¿Te ha pasado que en alguna ocasión has sentido la necesidad de comer un chocolate o un café?.  ¿Has identificado bajo qué circunstancias el deseo de consumirlo se hace grande?.

Desde los tiempos más antiguos para las culturas indígenas la semilla de cacao era una fuente de comercialización, pero también afrodisiaco.   Es por eso que de generación en generación ha estado presente en ocasiones especiales como nacimiento de bebes, bodas, cumpleaños, San Valentín.

La semilla de cacao tiene manteca y cacao sólido; el cacao se usa como base del chocolate y esta varía según el % de cacao, entre más cacao sólido contiene (entre 70% y 90%), más antioxidantes provee; y entre menos contiene más manteca y leche contiene, por lo cual deja de proveer los beneficios y comienza a protagonizar otros efectos como elevar azúcares y grasa corporal.

Un beneficio importante del cacao es que provee magnesio lo cual ayuda a proteger nuestras neuronas y es un componente natural antidepresivo.   El mito es que muchas personas sienten que les quita la ansiedad y les provee felicidad, lamento decirte que este efecto duro pocas minutos, de ahí es que puede convertirse en un alimento adictivo con efectos de consumo compulsivo y en su ausencia puede generar mayor síndrome de abstinencia.

Debo confesarte que me encanta el café, sobre todo en buena compañía y en un ambiente acogedor.    Mucho se ha hablado del café, de su color, de su concentración, de sus beneficios, de sus efectos.  Lo cierto es que está presente en reuniones sociales, familiares, de negocios y grandes conferencias.  ¿Te has preguntado por qué?.

Cinco minutos después que has consumido esa taza de café, la cafeína se pone en contacto con los neurotransmisores, activando la dopamina y noradrenalina brindándote esa sensación de relajación y calma y sobre todo bienestar.

Como en todo caso de exceso, el alto consumo provoca efectos dañinos como el nerviosismo, taquicardias, alteraciones emocionales, entre otras.

Lo útil es que te mantiene despierto y activo, activa el metabolismo, es energético, alivia la migraña (en pocas dosis, este efecto dura entre 4 y 6 horas.  Por lo que es un mito que quite el sueño, obviamente si lo tomas antes de acostarte es muy probable que quedes activo por un tiempo.

Otro mito es que engorda; realmente lo que engorda es lo que le añades; cuando le colocas azúcar, leche, cremas, siropes; esto es lo que va sumando calorías y elevando la insulina, como consecuencia almacenas grasa en los depósitos de grasa de tu cuerpo.

Un mito muy conocido es que produce gastritis.  Lo cierto es que dado su acidez sientes los efectos de la gastritis ya presente por otra razón previa.

Se ha creído que el café es adictivo, lo cierto es que pasadas las 48 horas puedes vivir sin el deseo del café.  He comprobado por mí misma que puedo vivir sin café.  A causa de un tratamiento médico me suspendieron el café por un mes.   Tuve algunos efectos de síndrome de abstinencia, como dolores de cabeza, sensación de pesadez; al cabo de tres días ya ni recordaba el sabor del café.    Lo que hace que vuelvas a tomar el café es tu relación con él; el significado que le has dado tú al momento de tomar ese café.  Tu mente crea un momento placentero de felicidad que se activa a los 5 minutos de tomar ese café.

En resumen, si deseas disfrutar de los beneficios del café o del chocolate, asegúrate de comer un cuadrito de chocolate 70% cacao.  Disfruta tu taza de café en su forma natural son azúcar no lactosa y podrás disfrutar de su poder antioxidante.